¿Y qué hay de lo que no nos contaron?
Yo conozco heridas bajo la piel
que callaron demasiado tiempo y escocieron demasiado. Heridas de las que jamás
encontrarás nada escrito. Miento: se ha escrito tanto sobre el amor. Ya todo
nos suena aunque no lo hayamos vivido, es como un terrible déjà vu.
Yo tengo nudos en la garganta que
dejarían sin respiración a cualquiera, que pararían cualquier amanecer por la
ventana. Yo sé de cicatrices capaces de atraer una mirada y provocar
escalofríos. Conozco el dolor, lo he saboreado entre mis dientes, lo he sentido
entre mis entrañas. Me he follado al dolor y me he ido sin despedirme la mañana
siguiente. Me he creído invencible, poderosa y fuerte.
Pero siempre vuelve y me recuerda lo
fácil que es caer y romperse en pedacitos.
Lo frágiles que somos en
realidad.
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