lunes, 28 de octubre de 2013

Llueves, llovemos.


Llueve. 
Llueve y parece que alguien estuviese arrojando las gotas afiladas con fuerza pretendiendo romper el suelo. Se estrellan contra el asfalto, y cada vez que un coche viene de frente y la luz las ilumina, algo estalla en pedacitos. Es una mezcla peligrosa, la lluvia con las luces de neón en una noche oscura. Si te quedas mirándolo fijamente algo dentro de ti se encoge. Te encuentras inmóvil frente a ese cataclismo diminuto, un universo caótico de gotas de agua estallando en mil pedazos. Chocándose unos con otros, mezclándose con el resto de gotas que caen del cielo, fundiéndose con las luces de los faros y los charcos rotos.



Un caos terrible, la lluvia. Puedes encontrarte a ti mismo o perderte para siempre.



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miércoles, 2 de octubre de 2013

Fading away



Estaba formada por capas. Estratos que se superponen unos encima de otros, heridas cubiertas por otras heridas. Lunas dentro de otras lunas. Ideas con impulsos suicidas, y trozos de letras. Y la Belleza, como concepto inicial de todas las cosas. Herramientas con punta afilada que le permitan forjar su máscara para plantarle cara al mundo. La máscara que resulta del conjunto de todas las capas. La misma que le lleva a la autodestrucción.



miércoles, 25 de septiembre de 2013

This is a story of 'boy meets girl'


The boy with the arab strap
Mírame como si todo, le pide. Le da vértigo el punto muerto y es un pésimo planeador. Se le da mejor volar bien alto. Improvisar. Hacer tantas locuras como días queden para que llegue el fin del mundo y explosione el universo atrapado entre sus dos cuerpos. Agota ir a contracorriente. Se desploma. Se olvida. Se evapora. Colorea su vida con el caos de los problemas.

The girl with caleidoscope eyes
Le encanta crear momentos perfectos. De retos, de versos, de siluetas, de silencios. Te daría un verso, pero podríamos meternos en grandes poemas. Eh, tienes una pestaña ahí. Se juega la vida siempre en causas perdidas y vive en una lucha constante con los relojes. Le acaricia el pelo mientras les baña el sol, y todo es de color otoño.
La ciudad crece y vive, sin ser consciente de que ellos han condensado el mundo en un cruce de miradas.

Precipicios

¿Cómo hemos llegado hasta aquí?


Es rematadamente absurdo, un cúmulo de casualidades que convergen en la casualidad más idónea. Es como estar en el momento justo y en el lugar adecuado. Como saltarse un escalón. Es destrozar todos los esquemas y construir puentes. Crear gestos, universos, idiomas. gravedades y precipicios.


Es caer.














Es el más delicioso de los vértigos, el más profundo de los abismos.