sábado, 22 de octubre de 2011

Que llueva




Y que sea lluvia eso que resbala por tus mejillas.
Que se mojen tus botas y tus pestañas
y tus secretos





sábado, 1 de octubre de 2011

Lazos

Sólo existen los lazos.

Creamos lazos en todas partes, es lo que mejor sabemos hacer. Algunos son fáciles de deshacer, otros cuesta un poco más. ¿No me crees?. Un buen día te despiertas y escuchas una canción. Probablemente ya la habías escuchado antes, pero ese día se vuelve especial, de repente está en todas partes. Ya está, ya no hay vuelta atrás: hay un lazo. Puede que sea escurridizo, pero está ahí. O un sitio, qué me dices de los sitios, de los lugares. No me digas que no te ha ocurrido alguna vez. Una conexión con la esencia de un lugar, con lo que ese sitio te transmite, con la manera en la que sintonizas con ese espacio. Esos sí que suelen ser más fuertes.

Pero yo quiero hablarte de otro tipo de lazos, unos más complicados. Sí, me refiero a las personas. A veces no te das ni cuenta de cómo ocurre, pero ocurre. Ahora te voy a pedir algo más: no te imagines a una persona de carne y hueso mientras te hablo de esto. No me preguntes por qué, sólo haz un esfuerzo. Olvídate de lo físico, no se pueden hacer lazos con eso. O se puede, pero no este tipo de lazos. Hay que mirar más allá. Empieza por recordar cómo conociste a alguien. No te voy a preguntar qué pensaste, cual fue tu primera impresión. Eso no es tan importante. Lo esencial es invisible a los ojos. Ve avanzando en los recuerdos, te aseguro que no te darás cuenta. Simplemente un buen día el lazo ya estará ahí.

Eh, no te quiero engañar: no es algo fácil. Puede escurrirse y deshacerse por muy fuerte que parezca. Habrá baches y viento, el viento es bastante jodido. Es bastante jodido porque sales a la calle y hace viento, te resguardas en un sitio, puedes evitar que te de directamente, pero el viento sigue ahí. Hay que saber cuidar los lazos. La lluvia también es mala. No la lluvia física, la lluvia en sí es divertida, sobretodo cuando viene de golpe con gritos y carreras y muchas risas, o besos, o bailes. Los bailes bajo la lluvia dan mucha fuerza a los lazos. Se parecen a los baños en fuentes, o en el mar. Y las lágrimas... las lágrimas son muy relativas. Pueden aflojarlos o consolidarlos. Ante todo lo mejor son los abrazos. Los abrazos son como un pegamento, funden una esencia con otra.

Te he dicho que no te imagines algo físico cuando te hablo de lazos. Eso es porque no se ven, ni se huelen, ni se tocan. Las personas en sí son mucho más que una carcasa. Aunque se encuentre sentado a tu lado, si hay un lazo, tú no lo ves como la materia física que es. Ves algo más.

A veces lo miras a los ojos, y entonces lo entiendes todo.

Ya no existe la amistad, existen los lazos.



(Apretón de mano fuerte, guiño guiño, patada, codazo)


http://www.youtube.com/watch?v=T3E9Wjbq44E