Mitades
Entre ellos existía una especie de idioma
absurdo basado en la complicidad y el roce de dos cuerpos que encajan perfectamente,
como si hubieran sido moldeados el uno para el otro y vinieran así, de fábrica.
Pero no era sólo algo físico: igual que sus dos cuerpos encajaban, también lo
hacían sus almas. Quizás fuera el hecho de que ambos estaban algo rotos.
Sus
mitades se unen para sanar, y se regeneran.
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