lunes, 31 de marzo de 2014

No te salves


Pero dime, ¿qué harás?

Cuando los caminos se tuerzan y las cuerdas se enreden, y las entrañas se arranquen. Y qué harás cuando se rompa la carcasa y explote la mierda, qué harás después de tantos años de ocultarte tras los muros que tú misma construiste. Y que hoy permanecen.
Qué harás.
Cuando solo sean tus pies y un abismo. Es tan fácil quedarse inmóvil, ver la ciudad en slow motion. Una ciudad de diablos que destruyen sus hígados y retuercen sus almas detrás de cualquier barra. Una ciudad de estruendos, de poetas frustrados que persiguen un par de piernas, de cáscaras huecas y lunas medio vacías, y alcantarillas y muros grises y personas rotas. Qué harás cuando despiertes allí, en esa ciudad maldita. Cuando se nublen las señales y no baste con lanzar los dados, con desear consumirte como un cigarrillo en sus labios. Cuando diseñar universos entre los pliegues no sea suficiente. Cuando su piel te atrape, te mastique y luego te expulse. Qué harás cuando tu propio caos te devore.


Y quién estará ahí para salvarte.



martes, 25 de marzo de 2014

Lo que no nos contaron


¿Y qué hay de lo que no nos contaron?

Yo conozco heridas bajo la piel que callaron demasiado tiempo y escocieron demasiado. Heridas de las que jamás encontrarás nada escrito. Miento: se ha escrito tanto sobre el amor. Ya todo nos suena aunque no lo hayamos vivido, es como un terrible déjà vu.
Yo tengo nudos en la garganta que dejarían sin respiración a cualquiera, que pararían cualquier amanecer por la ventana. Yo sé de cicatrices capaces de atraer una mirada y provocar escalofríos. Conozco el dolor, lo he saboreado entre mis dientes, lo he sentido entre mis entrañas. Me he follado al dolor y me he ido sin despedirme la mañana siguiente. Me he creído invencible, poderosa y fuerte.
Pero siempre vuelve y me recuerda lo fácil que es caer y romperse en pedacitos.

Lo frágiles que somos en realidad.